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La palabra eres
Cómo se escribe

la palabra eres

La palabra Eres ha sido usada en la literatura castellana en las siguientes obras.
La Barraca de Vicente Blasco Ibañez
La Bodega de Vicente Blasco Ibañez
Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas
La Biblia en España de Tomás Borrow y Manuel Azaña
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra
Viaje de un naturalista alrededor del mundo de Charles Darwin
La Regenta de Leopoldo Alas «Clarín»
A los pies de Vénus de Vicente Blasco Ibáñez
Fortunata y Jacinta de Benito Pérez Galdós
El príncipe y el mendigo de Mark Twain
Niebla de Miguel De Unamuno
Sandokán: Los tigres de Mompracem de Emilio Salgàri
Grandes Esperanzas de Charles Dickens
Crimen y castigo de Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
El jugador de Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
Fantina Los miserables Libro 1 de Victor Hugo
Un viaje de novios de Emilia Pardo Bazán
Por tanto puede ser considerada correcta en Español.
Puedes ver el contexto de su uso en libros en los que aparece eres.

Estadisticas de la palabra eres

Eres es una de las palabras más utilizadas del castellano ya que se encuentra en el Top 5000, en el puesto 1215 según la RAE.

Eres tienen una frecuencia media de 75.09 veces en cada libro en castellano

Esta clasificación se basa en la frecuencia de aparición de la eres en 150 obras del castellano contandose 11414 apariciones en total.

Errores Ortográficos típicos con la palabra Eres

Cómo se escribe eres o heres?
Cómo se escribe eres o erres?
Cómo se escribe eres o erez?

Más información sobre la palabra Eres en internet

Eres en la RAE.
Eres en Word Reference.
Eres en la wikipedia.
Sinonimos de Eres.

Algunas Frases de libros en las que aparece eres

La palabra eres puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 2273
del libro La Barraca
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... -Batiste, ¿eres tú? -¡Pare! ¡Pare!. ...

En la línea 142
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... --Ya sabes mi resolución, Fermín--dijo Dupont antes de entrar en la oficina.--Te quiero por tu familia y porque casi hemos sido compañeros de infancia. Además, eres como un hermano de mi primo Luis. Pero ya me conoces; Dios sobre todo: por él soy capaz de abandonar a mi familia. Si no estás contento en mi casa, habla; si te parece escaso el sueldo, dilo. Contigo no regateo, porque me eres simpático a pesar de tus necedades. Pero no me faltes el domingo a la misa de la casa: aléjate del chiflado de Salvatierra y todos los perdidos que se juntan con él. Y si no haces esto, nos veremos las caras, ¿sabes, Fermín? Tú y yo acabaremos mal. ...

En la línea 142
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... --Ya sabes mi resolución, Fermín--dijo Dupont antes de entrar en la oficina.--Te quiero por tu familia y porque casi hemos sido compañeros de infancia. Además, eres como un hermano de mi primo Luis. Pero ya me conoces; Dios sobre todo: por él soy capaz de abandonar a mi familia. Si no estás contento en mi casa, habla; si te parece escaso el sueldo, dilo. Contigo no regateo, porque me eres simpático a pesar de tus necedades. Pero no me faltes el domingo a la misa de la casa: aléjate del chiflado de Salvatierra y todos los perdidos que se juntan con él. Y si no haces esto, nos veremos las caras, ¿sabes, Fermín? Tú y yo acabaremos mal. ...

En la línea 279
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... --Rafaé: me dicen muchas cosas de ti y toas son malas... ¡Pero tú eres bueno! ¿verdá que cambiarás?... ...

En la línea 499
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... --¡Ah! ¿eres tú?--dijo riendo.--Pasa, _Alcaparrón_, no tengas miedo. ...

En la línea 1581
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... D'Artagnan, eres un gran hombre, y para cuando estés en el puesto del señor de Tréville, pido tu protec ción para conseguir tener una abadía. ...

En la línea 3003
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... -Es inútil que lo sepáis - dijo la joven, a quien una desconfianza instintiva impulsaba ahora hacia trás-: era una bagatela de las que gus tan a las muj eres, una compra con la que había mucho que ganar. ...

En la línea 3871
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... -Planchet -le dijo D'Artagnan -, salgo por todo el día quizá; eres, pues, libre hasta las siete de la tarde; pero a las siete de la tarde, estate dispuesto con dos caballos. ...

En la línea 4054
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... -Y tú eres virtuoso, ¿no es así, Planchet?-Señor, ¿no es aquello el cañón de un mosquete que brilla? ¿Y si bajáramos la cabeza?-En verdad -murmuró D'Artagnan, a quien las recomendaciones del señor de Tréville volvían a la memoria-, en verdad, este ani mal terminará por meterme miedo. ...

En la línea 1330
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... En la tierra de los _Corahai_ puedes _hokkawar_ y _chore_ tanto como aquí o en tu tierra, o no eres _Caloró_. ...

En la línea 1519
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Algunos dicen que eres un espía de los _Londoné_. ...

En la línea 1543
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Tu eres _Caló_, hermano, y podrás montarla. ...

En la línea 4187
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Vamos, hombre, ¿quién eres y quién es tu amo? EL GUÍA.—Soy Sebastianillo, un pobre marinero licenciado de Padrón, y mi amo, a la hora presente, es este caballero que está aquí, el inglés más valiente y de más dinero del mundo. ...

En la línea 19
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Pero yo, que, aunque parezco padre, soy padrastro de Don Quijote, no quiero irme con la corriente del uso, ni suplicarte, casi con las lágrimas en los ojos, como otros hacen, lector carísimo, que perdones o disimules las faltas que en este mi hijo vieres; y ni eres su pariente ni su amigo, y tienes tu alma en tu cuerpo y tu libre albedrío como el más pintado, y estás en tu casa, donde eres señor della, como el rey de sus alcabalas, y sabes lo que comúnmente se dice: que debajo de mi manto, al rey mato. ...

En la línea 73
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... ORLANDO FURIOSO A DON QUIJOTE DE LA MANCHA Soneto Si no eres par, tampoco le has tenido: que par pudieras ser entre mil pares; ni puede haberle donde tú te hallares, invito vencedor, jamás vencido. ...

En la línea 260
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Ésta, pues, le pareció a él que le venía de molde para el paso en que se hallaba; y así, con muestras de grande sentimiento, se comenzó a volcar por la tierra y a decir con debilitado aliento lo mesmo que dicen decía el herido caballero del bosque: -¿Donde estás, señora mía, que no te duele mi mal? O no lo sabes, señora, o eres falsa y desleal. ...

En la línea 471
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Entendióle muy bien don Quijote, y con mucho sosiego le respondió: -Si fueras caballero, como no lo eres, ya yo hubiera castigado tu sandez y atrevimiento, cautiva criatura. ...

En la línea 2712
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... Después de varios retrasos, penosos por causa del mal tiempo, nos damos a la vela, por fin, el 14 de marzo; dejamos el estrecho del rey Jorge para dirigirnos a la isla Keeling. Adiós Australia! Todavía no eres más que una niña, pero indudablemente reinarás un día en el hemisferio meridional; eres demasiado grande y demasiado ambiciosa para que se te pueda querer, pero no eres todavía lo bastante poderosa para que se te respete. dejo, pues, sin pena y sin arrepentimiento. ...

En la línea 2712
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... Después de varios retrasos, penosos por causa del mal tiempo, nos damos a la vela, por fin, el 14 de marzo; dejamos el estrecho del rey Jorge para dirigirnos a la isla Keeling. Adiós Australia! Todavía no eres más que una niña, pero indudablemente reinarás un día en el hemisferio meridional; eres demasiado grande y demasiado ambiciosa para que se te pueda querer, pero no eres todavía lo bastante poderosa para que se te respete. dejo, pues, sin pena y sin arrepentimiento. ...

En la línea 946
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Dime cómo duermes y te diré quién eres. ...

En la línea 1078
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... —He escrito a tu papá diciéndole lo que tú eres. ...

En la línea 1956
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Tú eres de la clase. ...

En la línea 1967
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... —Oye, Anita —dijo con voz meliflua la perfecta cocinera —; tú eres una niña; y aunque nosotras poco sabemos del mundo, tenemos alguna experiencia, por lo que se observa. ...

En la línea 213
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... — Y yo no puedo defenderlos desembarazadamente. Soy un sacerdote, y cada vez que tomo la pluma para escribir sobre ellos, dudo, siento miedo, me parece que voy a faltar a los deberes que me impone la disciplina de la Iglesia. Debo justificar la conducta de este Pontífice, relatando los escándalos de otros pontífices de su época. Necesito recordar lo que olvidaron muchos maliciosamente para ir concentrando sobre el Papa español todas las maldades de su tiempo, presentándolo como si fuese un, caso único. ¿Puedo hacer yo esto, un canónigo, con entera tranquilidad de conciencia?… Tú eres otra cosa. Eres un laico, y te es posible decir la verdad sin faltar a ningún misterio sagrado. ...

En la línea 275
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Finalmente, se procedía a la coronación ante la basílica, y Próspero Colonna, como el más antiguo de los cardenales diáconos, colocaba en la cabeza de Calixto el tryreinum simbólico, diciendo así: «Recibe la tiara adornada con tres coronas, y sabe que eres padre de los príncipes y de los reyes, guía del orden y vicario en la Tierra de Nuestro Salvador Jesucristo cuya es la honra y la alabanza por una eternidad de eternidades. Amén.» ...

En la línea 425
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... —¡Pero si eres tú quien no ha querido acompañarme! — protestaba Rosaura. ...

En la línea 447
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... —Tú eres digna de un dios de un héroe; yo no soy más que un mortal lleno de debilidades, y el corazón del hombre es siempre cambiante. A tu lado hay demasiada felicidad para mí; una paz olímpica. Y tal vez por eso mismo necesito la lucha, el sufrimiento, y te digo como el poeta, en las delicias de la Venusberg: «Diosa, te amo… Déjame partir.» ...

En la línea 257
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... —Al principio sí… te diré… —replicó el Delfín buscando las callejuelas de una explicación algo enojosa—. Pero más que por la deshonra se enfurecía por la fuga. Ella quería tener en su casa a la pobre muchacha, que era su machacante. Esta gente del pueblo es atroz. ¡Qué moral tan extraña la suya!, mejor dicho, no tiene ni pizca de moral. Segunda empezó por presentarse todos los días en la tienda de la Concepción Jerónima, y armar un escándalo a su hermano y a su cuñada. «Que si tú eres esto, si eres lo otro… ». Parece mentira; Villalonga y yo, que oíamos estos jollines desde el entresuelo, no hacíamos más que reírnos. ¡A qué degradación llega uno cuando se deja caer así! Estaba yo tan tonto, que me parecía que siempre había de vivir entre semejante chusma. Pues no te quiero decir, hija de mi alma… un día que se metió allí el picador, el querindango de Segunda. Este caballero y mi amigo Izquierdo se tenían muy mala voluntad… ¡Lo que allí se dijeron!… Era cosa de alquilar balcones. ...

En la línea 453
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... «Va a salir la de D. Germán en la capilla de los Dolores… Hoy reciben congrio en la casa de Martínez; me han enseñado los despachos de Laredo… llena eres de gracia; el Señor es contigo… coliflor no hay, porque no han venido los arrieros de Villaviciosa por estar perdidos los caminos… ¡Con estas malditas aguas… !, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús… ». ...

En la línea 523
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... —Cállate, que ya saben todos lo avariento que eres. Si no te pido nada, roñoso, cicatero. ...

En la línea 586
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Por respeto a sí misma, nunca había hablado de esto a nadie, ni al mismo Delfín. Pero una noche estaba este tan comunicativo, tan bromista, tan pillín, que a Jacinta se le llenó la boca de sinceridad, y palabra tras palabra, dio salida a todo lo que pensaba. «Tú me estás engañando, y no es de ahora, es de hace tiempo. Si creerás que soy tonta… El tonto eres tú». ...

En la línea 155
del libro El príncipe y el mendigo
del afamado autor Mark Twain
... –Sí. Tú eres mi venerable señor el rey, que Dios guarde. ...

En la línea 156
del libro El príncipe y el mendigo
del afamado autor Mark Twain
... –Cierto, cierto. Eso está bien. Tranquilízate, no tiembles así. Nadie aquí te haría daño. Aquí no hay nadie que no te ame. Ahora estás mejor. Ha pasado la pesadilla, ¿no es así? Y ahora sabes también quién eres tú. ¿no es así? ¿No volverás a llamarte de otro modo, como dicen que has hecho poco ha? ...

En la línea 226
del libro El príncipe y el mendigo
del afamado autor Mark Twain
... –Gentil consoladora eres, dulce señora –dijo Tom agradecido–, y mi corazón me mueve a darte gracias por ello, si me lo permites ...

En la línea 245
del libro El príncipe y el mendigo
del afamado autor Mark Twain
... –Me repugna poner en palabras lo que está en mi mente, siendo tú como eres tan cercano a él en la sangre, milord. Mas, solicitando tu perdón si te ofendo, ¿no te parece raro que la locura pueda cambiar tanto su porte y sus modales? Su porte y sus palabras son aún los de un principe, perodifieren en cosas insignificantes de las que acostumbraba el príncipe anteriormente. ¿No te parece extraño que la locura haya borrado de su memoria las mismas facciones de su padre, las costumbres y las observancias que se le deben por los que le rodean, y que, dejándole el latín, le haya quitado el griego y el francés? Milord, no te ofendas, pero libera mi mente de esta inquietud y recibe mi agradecimiento. No se me quita de la cabeza su afirmación de que no era el príncipe y… ...

En la línea 376
del libro Niebla
del afamado autor Miguel De Unamuno
... » Muchas veces se me ha ocurrido pensar, Orfeo, que yo no soy, a iba por la calle antojándoseme que los demás no me veían. Y otras veces he fantaseado que no me veían como me veía yo, y que mientras yo me creía ir formalmente, con toda compostura, estaba, sin saberlo, haciendo el payaso, y los demás riéndose y burlándose de mí. ¿No te ha ocurrido alguna vez a ti esto, Orfeo? Aunque no, porque tú eres joven todavía y no tienes experiencia de la vida. Y además eres perro. ...

En la línea 376
del libro Niebla
del afamado autor Miguel De Unamuno
... » Muchas veces se me ha ocurrido pensar, Orfeo, que yo no soy, a iba por la calle antojándoseme que los demás no me veían. Y otras veces he fantaseado que no me veían como me veía yo, y que mientras yo me creía ir formalmente, con toda compostura, estaba, sin saberlo, haciendo el payaso, y los demás riéndose y burlándose de mí. ¿No te ha ocurrido alguna vez a ti esto, Orfeo? Aunque no, porque tú eres joven todavía y no tienes experiencia de la vida. Y además eres perro. ...

En la línea 525
del libro Niebla
del afamado autor Miguel De Unamuno
... –Es que sé que en el fondo no eres más que un haragán y que va a ser preciso que sea yo la que busque trabajo para ti. Claro, ¡como a los hombres os cuesta menos esperar… ! ...

En la línea 531
del libro Niebla
del afamado autor Miguel De Unamuno
... –El que tiene que aprender a querer eres tú, Mauricio. Conque… ¡a ser hombre! Busca trabajo, decídete pronto; si no, trabajaré yo; pero decídete pronto. En otro caso… ...

En la línea 1002
del libro Sandokán: Los tigres de Mompracem
del afamado autor Emilio Salgàri
... Tú eres muy buen nadador, ¿no es cierto? -le preguntó Sandokán. ...

En la línea 1149
del libro Sandokán: Los tigres de Mompracem
del afamado autor Emilio Salgàri
... —¡Sabe que eres mi mejor amigo! —respondió Sandokán. ...

En la línea 1759
del libro Sandokán: Los tigres de Mompracem
del afamado autor Emilio Salgàri
... —Sí, es cierto, eres un magnífico cipayo —contestó Sandokán riendo-. Ahora dame tus últimas instrucciones. ...

En la línea 1975
del libro Sandokán: Los tigres de Mompracem
del afamado autor Emilio Salgàri
... —¿Me desafías? —dijo—. ¡Ven a quitármela, si eres capaz! ...

En la línea 512
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... — ¿Acaso eres tozudo y de carácter triste? ...

En la línea 623
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... — Si eres tan tonto que no tienes otras ideas más aceptables - dijo mi hermana - vale más que te vayas a continuar el trabajo. ...

En la línea 646
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... — Puedes estar seguro de algo, Pip - dijo Joe después de reflexionar un rato -, y es que las mentiras no son más que mentiras. Siempre que se presentan no debieran hacerlo y proceden del padre de la mentira, portándose de la misma manera que él. No me hables más de esto, Pip. Éste no es el camino para dejar de ser ordinario, aunque comprendo bien por qué dijeron que eras ordinario. En algunas cosas eres extraordinario. Por ejemplo, eres extraordinariamente pequeño y un estudiante soberbio. ...

En la línea 646
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... — Puedes estar seguro de algo, Pip - dijo Joe después de reflexionar un rato -, y es que las mentiras no son más que mentiras. Siempre que se presentan no debieran hacerlo y proceden del padre de la mentira, portándose de la misma manera que él. No me hables más de esto, Pip. Éste no es el camino para dejar de ser ordinario, aunque comprendo bien por qué dijeron que eras ordinario. En algunas cosas eres extraordinario. Por ejemplo, eres extraordinariamente pequeño y un estudiante soberbio. ...

En la línea 183
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... ‑Desde luego, es tonta. Tanto como yo. Pero tú, que eres inteligente, ¿por qué te pasas el día echado así como un saco? Y no se sabe ni siquiera qué color tiene el dinero. Dices que antes dabas lecciones a los niños. ¿Por qué ahora no haces nada? ...

En la línea 207
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... «Mi querido Rodia ‑decía la carta‑: hace ya dos meses que no te he escrito y esto ha sido para mí tan penoso, que incluso me ha quitado el sueño muchas noches. Perdóname este silencio involuntario. Ya sabes cuánto te quiero. Dunia y yo no tenemos a nadie más que a ti; tú lo eres todo para nosotras: toda nuestra esperanza, toda nuestra confianza en el porvenir. Sólo Dios sabe lo que sentí cuando me dijiste que habías tenido que dejar la universidad hacía ya varios meses por falta de dinero y que habías perdido las lecciones y no tenías ningún medio de vida. ¿Cómo puedo ayudarte yo, con mis ciento veinte rublos anuales de pensión? Los quince rublos que te envié hace cuatro meses, los pedí prestados, con la garantía de mi pensión, a un comerciante de esta ciudad llamado Vakruchine. Es una buena persona y fue amigo de tu padre; pero como yo le había autorizado por escrito a cobrar por mi cuenta la pensión, tenía que procurar devolverle el dinero, cosa que acabo de hacer. Ya sabes por qué no he podido enviarte nada en estos últimos meses. ...

En la línea 239
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... »Basta ya. He llenado dos hojas y no dispongo de más espacio. Ya te lo he contado todo, ya estás informado del cúmulo de acontecimientos de estos últimos meses. Y ahora, mi querido Rodia, te abrazo mientras espero que nos volvamos a ver y te envío mi bendición maternal. Quiere a Dunia, quiere a tu hermana, Rodia, quiérela como ella te quiere a ti; ella, cuya ternura es infinita; ella, que te ama más que a sí misma. Es un ángel, y tú, toda nuestra vida, toda nuestra esperanza y toda nuestra fe en el porvenir. Si tú eres feliz, lo seremos nosotras también. ¿Sigues rogando a Dios, Rodia, crees en la misericordia de nuestro Creador y de nuestro Salvador? Sentiría en el alma que te hubieras contaminado de esa enfermedad de moda que se llama ateísmo. Si es así, piensa que ruego por ti. Acuérdate, querido, de cuando eras niño; entonces, en presencia de tu padre, que aún vivía, tú balbuceabas tus oraciones sentado en mis rodillas. Y todos éramos felices. ...

En la línea 248
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... »A mamá le pareció un poco seco, y la pobre mujer, en su ingenuidad, se apresuró a decírselo a Dunia. Y Dunia, naturalmente, se enfadó y respondió con cierta brusquedad. Es lógico. ¿Cómo no perder la calma ante estas ingenuidades cuando la cosa está perfectamente clara y ya no es posible retroceder? ¿Y por qué me dirá: quiere a Dunia, Rodia, porque ella te quiere a ti más que a su propia vida? ¿No será que la tortura secretamente el remordimiento por haber sacrificado su hija a su hijo? 'Tú eres toda nuestra vida, toda nuestra esperanza para el porvenir.' ¡Oh mamá… !» ...

En la línea 1161
del libro El jugador
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... —¡No, no, tú eres muy bueno, muy bueno! —repetía ella—. ¡Me eres fiel! ...

En la línea 1161
del libro El jugador
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... —¡No, no, tú eres muy bueno, muy bueno! —repetía ella—. ¡Me eres fiel! ...

En la línea 1167
del libro El jugador
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... —¿Nos iremos? ¿Mañana? ¿No es verdad? —preguntó de repente, inquieta—. Podremos alcanzar a la abuela. ¿Qué te parece? Creo que la alcanzaremos en Berlín. ¿Qué va a decir al vernos? ¿Y Mr. Astley?… ¡Oh, ése si no se tiraría desde el Schlangenberg! ¿Qué te parece? —y se echó a reír—. Escucha, ¿sabes dónde piensa pasar el verano próximo? Pues tiene proyectado ir al Polo Norte para realizar investigaciones científicas, y me llevará consigo. ¡Ja, ja, ja! Pretende que nosotros, los rusos, nada sabríamos sin los europeos, que no servimos para nada… ¡Pero él también es bueno! Figúrate que disculpa al general y dice que Blanche… que la pasión… en fin, no se qué, no sé qué —repitió, como si divagase—. ¡Qué compasión me dan ellos, y también la abuela! Escucha, dime, ¿eres capaz de matar a Des Grieux? ¿Pensabas verdaderamente en matarle? ¡Oh, el insensato! ¿Podías creer que dejaría que te batieses con él? Pero si tú no matas ni al barón —añadió riendo—. ¡Qué ridículo estuviste con el barón! ...

En la línea 1244
del libro El jugador
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... —¿Qué quieres? ¡Qué tonto eres! ¡Oh, qué tonto! —exclamaba la señorita Blanche, cesando de reír para reñirme seriamente—. Sí, nos comeremos tus doscientos mil francos, mais tu seras heureux comme un petit roi. Te haré yo misma el nudo de la corbata y te pondré en relación con Hortensia. Y cuando nos lo hayamos gastado todo, volverás aquí y harás saltar otra vez la banca. ¿Qué te dijeron aquellos judíos? Lo esencial… es la audacia. A ti no te falta y me traerás más de una vez dinero a París. ...

En la línea 842
del libro Fantina Los miserables Libro 1
del afamado autor Victor Hugo
... - ¡Ah!, ¡eres tú el señor alcalde! ...

En la línea 82
del libro Un viaje de novios
del afamado autor Emilia Pardo Bazán
... -Es que para ti -insistió Colmenar- es ya de necesidad el consorcio. Aparte de que eres mayor de edad… (aquí sonrió maliciosamente) y si no quieres llamarte solterón debes pensar en bodas, lo reclama tu salud… y tus pesetas. Si no puedes sostenerte, ¿cómo te las compones? Supongo que no tendrás economías. ...

En la línea 155
del libro Un viaje de novios
del afamado autor Emilia Pardo Bazán
... -Pues mira, ya eres grandullona… Eres demasiado simplota tú. ...

En la línea 737
del libro Un viaje de novios
del afamado autor Emilia Pardo Bazán
... -¿Ves? Pues tiene celos el marido. Lo decía yo… Si tú eres un inocentón. ...

En la línea 914
del libro Un viaje de novios
del afamado autor Emilia Pardo Bazán
... -Sí, y beberás leche en Vesse. Pero coge otro traje de más abrigo, por Dios: eres capaz de resfriarte… ¿No has notado qué bien huelen las rosas? En León apenas las hay: me acuerdo de que las que podía coger se las ponía todas a la Purísima que tengo en mi cuarto. ...


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