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La palabra marcharme
Cómo se escribe

la palabra marcharme

La palabra Marcharme ha sido usada en la literatura castellana en las siguientes obras.
La Biblia en España de Tomás Borrow y Manuel Azaña
Fortunata y Jacinta de Benito Pérez Galdós
Grandes Esperanzas de Charles Dickens
Crimen y castigo de Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
Por tanto puede ser considerada correcta en Español.
Puedes ver el contexto de su uso en libros en los que aparece marcharme.

Estadisticas de la palabra marcharme

Marcharme es una de las 25000 palabras más comunes del castellano según la RAE, en el puesto 24871 según la RAE.

Marcharme aparece de media 2.22 veces en cada libro en castellano.

Esta es una clasificación de la RAE que se basa en la frecuencia de aparición de la marcharme en las obras de referencia de la RAE contandose 338 apariciones .


El Español es una gran familia

Algunas Frases de libros en las que aparece marcharme

La palabra marcharme puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 451
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Oí dar las horas en el reloj del pueblo hasta media noche, y desde media noche hasta las cuatro, hora en que me levanté y comencé a vestirme, enviando a mi criado a dar prisa al hombre de las mulas, porque estaba harto de la posada y deseaba marcharme cuanto antes. ...

En la línea 1041
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Ya iba a marcharme cuando, detrás de una parte del muro no recorrida por mí, sonó un grito extraño; acudí presuroso y me encontré con una miserable criatura, harapienta, sentada en una piedra. ...

En la línea 1143
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... YO.—No vamos a discutir por eso, y menos ahora, en el momento de marcharme de Badajoz; despidámonos rápidamente, y ya no volveremos a vernos más. ...

En la línea 1400
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... No me hizo mucha gracia la resolución del gitano, lo confieso; tenía yo muy poca gana de marcharme de Trujillo y aventurarme por sitios desconocidos, de noche, con lluvia y niebla, porque el viento se había echado y el agua caía otra vez con fuerza. ...

En la línea 5271
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... —Sí, porque él no debía saberlo nunca—prosiguió la otra haciendo el último esfuerzo—. A usted pensaba yo decírselo, pero no me determiné por la vergüenza que me daba. Ahora que lo sabe, lo que tengo que hacer es pedirle que tenga compasión de mí, recoger mi ropa y marcharme de esta casa. Ahora sí que será para siempre. ...

En la línea 168
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... Indiqué la dirección por donde la niebla había envuelto al otro, y él miró hacia allí por un instante. Pero como un loco se inclinó sobre la hierba húmeda para limar su hierro y sin hacer caso de mí ni tampoco de su propia pierna, en la que había una antigua escoriación que en aquel momento sangraba; sin embargo, él trataba su pierna con tanta rudeza como si no tuviese más sensibilidad que la misma lima. De nuevo volví a sentir miedo de él al ver como trabajaba con aquella apresurada furia, y también temí estar fuera de mi casa por más tiempo. Le dije que tenía que marcharme, pero él pareció no oírme, de manera que creí preferible alejarme silenciosamente. La última vez que le vi tenía la cabeza inclinada sobre la rodilla y trabajaba con el mayor ahínco en romper su hierro, murmurando impacientes imprecaciones dirigidas a éste y a la pierna. Más adelante me detuve a escuchar entre la niebla, y todavía pude oír el roce de la lima que seguía trabajando. ...

En la línea 1302
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... — Como deseo cumplir exactamente sus instrucciones, señor Jaggers, me parece mucho mejor preguntarle: ¿hay algún inconveniente en que me despida de una persona a quien conozco en las cercanías, antes de marcharme? ...

En la línea 1406
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... Así pasaron el martes, el miércoles y el jueves; el viernes por la mañana fui a casa del señor Pumblechook para ponerme el nuevo traje y hacer una visita a la señorita Havisham. El señor Pumblechook me cedió su propia habitación para que me vistiera, y entonces observé que estaba adornada con cortinas limpias y expresamente para aquel acontecimiento. El traje, como es natural, fue para mí casi un desencanto. Es probable que todo traje nuevo y muy esperado resulte, al llegar, muy por debajo de las esperanzas de quien ha de ponérselo. Pero después que me hube puesto mi traje nuevo y me estuve media hora haciendo gestos ante el pequeño espejo del señor Pumblechook, en mi inútil tentativa de verme las piernas, me pareció que me sentaba mejor. El señor Pumblechook no estaba en casa, porque se celebraba mercado en una ciudad vecina, situada a cosa de diez millas. Yo no le había dicho exactamente cuándo pensaba marcharme y no tenía ningún deseo de estrecharle otra vez la mano antes de partir. Todo marchaba como era debido, y así salí vistiendo mis nuevas galas, aunque muy avergonzado de tener que pasar por el lado del empleado de la tienda y receloso de que, en suma, mi tipo resultase algo raro, como el de Joe cuando llevaba el traje de los domingos. ...

En la línea 1428
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... Yo debía marcharme del pueblo a las cinco de la mañana, llevando mi maletín, y dije a Joe que quería marcharme solo. Temo y me apena mucho pensar ahora que ello se debió a mi deseo de evitar el contraste que ofreceríamos Joe y yo si íbamos los dos juntos hasta el coche. Me dije que no había nada de eso, pero cuando aquella noche me fui a mi cuartito, me vi obligado a confesarme la verdad y sentí el impulso de bajar otra vez y de rogar a Joe que me acompañase a la mañana siguiente. Pero no lo hice. ...

En la línea 1860
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... ‑No puedo marcharme ‑murmuró a Rasumikhine, desesperada‑. Me quedaré aquí, en cualquier rincón. Acompañe a Dunia. ...

En la línea 2007
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... «Señora: deseo informarle de que razones imprevistas me han impedido ir a recibirlas a la estación. Ésta es la razón de que les enviara en mi lugar a un hombre que por su desenvoltura, me pareció indicado para el caso. Los asuntos que exigen mi presencia en el Senado me privarán igualmente del honor de visitarlas mañana por la mañana. Por otra parte, no quiero poner ninguna traba a la entrevista que habrán de celebrar, usted con su hijo, y Avdotia Romanovna con su hermano. Por lo tanto, no tendré el honor de visitarlas hasta mañana, a las ocho en punto de la noche, y les ruego encarecidamente que me eviten encontrarme con Rodion Romanovitch, que me insultó del modo más grosero cuando ayer, al saber que estaba enfermo, fui a visitarle. Esto aparte, es indispensable que hable con usted, con toda seriedad, de cierto punto sobre el que deseo conocer su opinión. Me permito advertirla de que si, a pesar de mi ruego, encuentro a Rodion Romanovitch al lado de ustedes, me veré obligado a marcharme inmediatamente y que en este caso la responsabilidad será exclusivamente de usted. Si le digo esto es porque sé positivamente que Rodion Romanovitch está en disposición de salir a la calle y, por lo tanto, puede ir a casa de ustedes. Sí, sé que su hijo, que tan enfermo parecía cuando le visité, dos horas después recobró repentinamente la salud. Y puedo asegurarlo porque lo vi con mis propios ojos en casa de un borracho que acababa de ser atropellado por un coche y que murió poco después. Por cierto que Rodion Romanovitch entregó veinticinco rublos 'para el entierro' a la hija del difunto, joven cuya mala conducta es del dominio público. Esto me sorprendió sobremanera, pues no ignoro lo mucho que le ha costado a usted conseguir ese dinero. ...

En la línea 2720
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... ‑Perdone ‑dijo Raskolnikof bruscamente‑. Le ruego que me diga de una vez a qué debo el honor de su visita. Tengo que marcharme. ...

En la línea 4114
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... ‑Adiós, Rodia. Te confieso, amigo mío, que hubo un momento… Bueno, adiós… Sí, hubo un momento en que… Adiós, adiós; tengo que marcharme. En cuanto a eso de beber, no lo haré. Te equivocas si crees que eso es necesario. ...


la Ortografía es divertida

Más información sobre la palabra Marcharme en internet

Marcharme en la RAE.
Marcharme en Word Reference.
Marcharme en la wikipedia.
Sinonimos de Marcharme.

Errores Ortográficos típicos con la palabra Marcharme

Cómo se escribe marcharme o marrcharrme?
Cómo se escribe marcharme o marcarme?

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