Cual es errónea Renegando o Renejando?
								 La palabra correcta es Renegando. Sin Embargo  Renejando se trata de un error ortográfico.
								
 El Error ortográfico detectado en el termino renejando es que hay un Intercambio de las letras j;g con respecto la palabra correcta la palabra renegando  
						
						 Más información sobre la palabra Renegando en internet
								 Renegando en la RAE. 
								 Renegando en Word Reference. 
								
								 Renegando en la wikipedia.  
								
								 Sinonimos de Renegando. 
  
								
								 Errores Ortográficos típicos con la palabra Renegando  
									
				 
					 Cómo se escribe renegando o rrenegando?
  
					 Cómo se escribe renegando o renejando?
 
								
								 
  la Ortografía es divertida  
 
								    
				Algunas Frases de libros en las que aparece renegando
				La palabra renegando puede ser considerada correcta por su aparición en estas  obras maestras de la literatura. 
							  En la línea 3802
   del libro  Fortunata y Jacinta
 del afamado autor Benito Pérez Galdós
  ... Y siguió tan satisfecho. Con el ajetreo que traía aquellos días, en los cuales hizo dos visitas a doña Lupe, celebró muchas conferencias con Juan Pablo y otra muy sustanciosa con Nicolás Rubín, que andaba desalado detrás de una canonjía, tuvo el buen señor una recaída en su enfermedad. Una tarde de fines de Marzo se sintió tan mal, que hubo de retirarse a su casa y se acostó. Doña Paca advirtió en él, juntamente con los síntomas de agravación, cierta alegría febril, lo que juzgó de malísimo agüero, pues si su amo se volvía niño o demente cuando tan malito estaba, señal era esto de la proximidad del fin. Toda la noche estuvo dando vueltas de un lado para otro, queriendo levantarse, y renegando de que le tuvieran prisionero en la cárcel de aquellas malditas sábanas. A la madrugada, se nublaron sus sentidos, y a punto de perder el conocimiento, se despidió del mundo sensible con este varonil concepto que apenas salió del magín a los labios: «Ya me puedo morir tranquilo, puesto que he sabido arrancarle al demonio de la tontería el alma que ya tenía entre sus uñas… ». ... 
 
 
							  En la línea 4958
   del libro  Fortunata y Jacinta
 del afamado autor Benito Pérez Galdós
  ... —Y sacudir las malas ideas y atemperar el espíritu; no desear lo que no se puede tener, y hacer vida ramplona, sin empeñarse en que todas las cosas se desquicien para acomodarse a su gusto y satisfacción. ¿Qué es el esplín más que soberbia? Sí, lo que usted tiene es soberbia, el usted satánico. Estos inglesotes se figuran que el mundo se ha hecho para ellos… No, señor mío, hay que ponerse en fila y ser como los demás… ¿Conque se cuidará usted, hará lo que le manda su primo y lo que le mande yo?… porque yo también soy médica… Otra cosa; aquí en España está usted siempre renegando y echando pestes. Esto no le gusta, ¿pues para qué vive aquí? ¿Por qué no se va a Inglaterra? ... 
 
 
							  En la línea 4980
   del libro  Fortunata y Jacinta
 del afamado autor Benito Pérez Galdós
  ... Sin saber cómo ni por qué, ciertas impresiones de aquel día se reprodujeron en su mente. Entre ellas la menos fugaz fue esta: Por la mañana, entrando en el Retiro, se le puso delante uno de esos pobres asquerosos que suelen pedir en los extremos de la población, y que a veces se corren hasta el centro. Era un hombre cubierto de andrajos, y que andaba con un pie y una muleta; la otra pierna era un miembro repugnante, el muslo hinchado y cubierto de costras, el pie colgando, seco, informe y sanguinolento. Mostraba aquello para excitar la compasión. Era la pierna para él su modo de vivir, su finca, su oficio, lo que para los mendigos músicos es la guitarra o el violín. Tales espectáculos indignaban a Moreno, que al verse acosado por estos industriales de la miseria humana, trinaba de ira. Pues cuando se volvía para no verle, el maldito, haciendo un quiebro con su ágil muleta, se le ponía otra vez delante, mostrándole la pierna. Al aburrido caballero se le quitaban las ganas de dar limosna, y por fin la dio para librarse de persecución tan terrorífica. Alejose del pordiosero, renegando. «¡Ni esto es país, ni esto es capital, ni aquí hay civilización!… ¡Qué ganas tengo de pasar el Pirineo!». ... 
 
 
							  En la línea 5452
   del libro  Fortunata y Jacinta
 del afamado autor Benito Pérez Galdós
  ... Y no estuvo muy feliz Juan Pablo, en la elección de aquel día para hacer a doña Lupe la proposición de empréstito, pues encontró a la capitalista dada a todos los demonios. Era el hombre de menos suerte que existía, pues nunca daba en el quid de la buena ocasión; lástima grande, porque el discurso que llevaba preparado para convencer a la señora era admirable, y una roca se ablandaría oyéndolo. Su tía no le dejó pasar del exordio, negándose absolutamente a contratar ninguna clase de préstamo ni en las condiciones más usurarias. Total: que salió Juan Pablo de la casa renegando de su estrella, de su tía y de todo el género humano, revolviendo en su mente propósitos de venganza con proyectos de suicidio, pues estaba el infeliz como el náufrago que patalea en medio de las olas, y ya no podía más, ya no podía más. Se ahogaba. ... 
 
								 Reglas relacionadas con los errores de j;g
  
	Las Reglas Ortográficas de La J
  Se escriben con j las palabras que terminan en -aje. Por ejemplo: lenguaje, viaje.
  Se escriben con j los tiempos de los verbos que llevan esta letra en su infinitivo. Por ejemplo:
  viajemos, viajáis (del verbo viajar); trabajábamos, trabajemos (del verbo trabajar).
  Hay una serie de verbos que no tienen g ni j en sus infinitivos y que se escriben en sus tiempos
  verbales con j delante de e y de i. Por ejemplo: dije (infinitivo decir), traje (infinitivo traer).
 
	Las Reglas Ortográficas de la G
  Las palabras que contienen el grupo de letras -gen- se escriben con g.
  Observa los ejemplos: origen, genio, general.
  Excepciones: berenjena, ajeno.
  Se escriben con g o con j las palabras derivadas de otra que lleva g o j.
  Por ejemplo: - de caja formamos: cajón, cajita, cajero...
  - de ligero formamos: ligereza, aligerado, ligerísimo...
  Se escriben con g las palabras terminadas en -ogía, -ógico, -ógica.
  Por ejemplo: neurología, neurológico, neurológica.
  Se escriben con g las palabras que tienen los grupos -agi-, -igi. Por ejemplo: digiere.
  Excepciones: las palabras derivadas de otra que lleva j. Por ejemplo: bajito (derivada de bajo), hijito
  (derivada de hijo).
  Se escriben con g las palabras que empiezan por geo- y legi-, y con j las palabras que empiezan por
  eje-. Por ejemplo: geografía, legión, ejército.
  Excepción: lejía.
  Los verbos cuyos infinitivos terminan en -ger, -gir se escriben con g delante de e y de i en todos sus
  tiempos. Por ejemplo: cogemos, cogiste (del verbo coger); elijes, eligieron (del verbo elegir).
  Excepciones: tejer, destejer, crujir.
								 Te vas a reir con las pifia que hemos hemos encontrado cambiando las letras j;g
    Te vas a reir con las pifia que hemos hemos encontrado cambiando las letras j;g   
  El Español es una gran familia 
 			
						
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