Cual es errónea Inciso o Hinciso?
La palabra correcta es Inciso. Sin Embargo Hinciso se trata de un error ortográfico.
La falta ortográfica detectada en la palabra hinciso es que se ha eliminado o se ha añadido la letra h a la palabra inciso
Más información sobre la palabra Inciso en internet
Inciso en la RAE.
Inciso en Word Reference.
Inciso en la wikipedia.
Sinonimos de Inciso.
Errores Ortográficos típicos con la palabra Inciso
Cómo se escribe inciso o hinciso?
Cómo se escribe inciso o incizo?
Cómo se escribe inciso o inziso?
Algunas Frases de libros en las que aparece inciso
La palabra inciso puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 3835
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... La fundadora inspiraba a doña Lupe grandes simpatías. De tanto verla pasar por la calle de Raimundo Lulio, camino del asilo de la de Alburquerque, llegó a imaginar que la trataba. Siempre que había función pública en la capilla del asilo, iba doña Lupe, deseosa de introducirse y de hacer migas con la santa. Admirábala mucho, no exclusivamente por sus santidades, sino más bien por aquel desprecio del mundo, por su actividad varonil y la grandeza de su carácter. Quizás la señora de Jáuregui creía sentir también en su alma algo de aquella levadura autocrática, de aquella iniciativa ardiente y de aquel poder organizador, y esta especie de parentesco espiritual era quizás lo que le infundía mayores ganas de tratarla íntimamente. Sólo le había hablado una o dos veces en las funciones del asilo, así como por entrometimiento y oficiosidad, y cuando en dichas fiestas veíala rodeada de damas de la grandeza y de señoronas ricas, que tenían el coche a la puerta, doña Lupe habría dado el único pecho que poseía por meter las narices entre aquella gente, codearse con ellas y mangonear en los petitorios. Porque ella tenía la vanidad, muy bien fundada por cierto, de no desmerecer de las tales señoras en punto a buena crianza y modales. Harto sabía, además, que no todas habían nacido en doradas cunas, y que la finura es lo que constituye la verdadera aristocracia en estos tiempos liberales. No había razón para que ella, que sabía presentarse como la primera, dejase de alternar con las damas que seguían a Guillermina cual las ovejas siguen al pastor… A mayor abundamiento, en lo tocante a ropa estaba a la sazón la viuda de Jáuregui en excelentes condiciones. Con su talento y su economía se había agenciado un abrigo de terciopelo, con pieles, que la más pintada no lo usara mejor. Y le había salido por poco más de nada, atendido lo que generalmente cuestan estas piezas… Le estaban arreglando una capota, que… vamos; el día que la estrenara había de llamar la atención… Estas reflexiones fueron como un inciso en lo que aquella tarde pensaba la señora, inciso que se abrió al ver pasar a Guillermina, cerrándose cuando la virgen y fundadora desapareció por la calle abajo. ...
En la línea 3837
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Otro inciso. Miró a la calle y vio por segunda vez a Guillermina que subía. «¿Pero qué trae en la mano?, un palo y un garfio de hierro. ¡Vaya con la santa esta! Algo que le han dado. Dicen que lo acepta todo. Véase por dónde yo le podría ayudar a su obra, dándole media docena de llaves viejas que tengo aquí. Aquella tabla que lleva parece una plantilla… Toma, como que vendrá del almacén de maderas de la calle de Valencia. Vaya unos trajines… Vea usted una cosa que a mí me gustaría, edificar un establecimiento, pidiéndole dinero al Verbo… Lo haría yo tan grande como el Escorial… ». ...
En la línea 3838
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Cerrado el inciso, y otra vez al tema: «¡Vaya con lo que me ha dicho esta mañana Nicolás: que Feijoo es el primer caballero de Madrid y que le ha prometido una canonjía! Si se la dan, ya no me queda nada que ver. Yo me alegraría, para quitarme esa carga de encima; pero ¡qué tiempos y qué Gobiernos! ¡Ah!, si yo gobernara, si yo fuera ministra, ¡qué derechitos andarían todos! Si esta gente no sabe… si salta a la vista que no sabe. ¡Dar una canonjía a un clérigo joven, que entra en su casa a la una de la noche y pasa el tiempo charlando en el café con los curas de caballería que andan por ahí sueltos y sin licencias! Pero en fin, allá te la dé Dios, y si pescas el turrón, hijo, buen provecho, y escribe en llegando, y no parezcas más por aquí, egoistón, tragaldabas… Pues digo, el otro, el Juanito Pablo, desde que tiene empleo no pone los pies en casa. ¡Si comparado con sus hermanos, Maximiliano es un ángel de Dios y un talentazo… ! Voy a lo que me decía Nicolás esta mañana… Que D. Evaristo es un cristiano rancio, y que cuando le administraron, recibió al Señor con una edificación y una santidad tan grandes, que todos los concurrentes al acto lloraban a moco y baba. Vaya, no sería para tanto… exageración. En estas cosas de santidad hay que llamar al tío Paco para que traiga la rebaja. Pero en fin, pongamos que sea así, ¿y qué? Ahora lo que falta saber es si con toda esa cristiandad nos querrá dar gato por liebre… ¡Lástima, arrepentimiento!… Dios mío, o dame una luz clara sobre esto, o quítame esta grillera de mi cabeza. Yo me vuelvo loca… Y no sé por qué me devano los sesos, porque en rigor, ¿a mí qué me va ni me viene? Si Maximiliano quiere humillarse después de las atrocidades que pasaron, yo no debo meterme… Pero sí, sí me meteré. ¿Cómo consentir tal afrenta? La muy bribona… ¡imaginar que su marido puede perdonarla después de la trastada indecente que le hizo, después que el querindango atropelló a este infeliz abusando de su fuerza… ! ¡Qué infamia! Si yo no hubiera estado un mes seguido trasteando a este chico para quitarle de la cabeza la idea de la venganza… no sé qué catástrofes habrían sucedido. Quería pegarle un tiro al otro, y hasta se le ocurrió hacer un cartucho de dinamita para ponérselo en la puerta de su casa. Delirios… lo mejor es el desprecio… A estos badulaques se les desprecia… Bueno está mi sobrino para meterse en lances, él que se asusta de entrar en un cuarto sin luz. ¡Pobrecillo Maxi!, ¡tiene un corazón de oro, y ahora que está tan dado a estudiar lo del otro mundo, se le ocurren unas cosas… ! ¡Vaya con lo que me decía anoche! 'Tía de mi alma, a fuerza de pensar y padecer, he llegado a desprenderme de todas las pasiones, y a no sentir en mí ni odio ni venganza'. Dice que la perdona cristianamente, por esto y lo otro y qué sé yo qué… pero en cuanto a hacer vida común, ni que se lo mande el Papa. Y a renglón seguido me marea para que la vaya a ver. 'Tía, visítela usted, entérese… sondéela, a ver cómo se presenta. Puede que sea verdad lo que dice D. Evaristo… '. Todas las noches la misma canción. Al fin, si se pone muy pesadito, no tendré más remedio que ir. Y no es flojo el paseo que tengo que dar, de aquí a Puerta de Moros… ». ...

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Mira que burrada ortográfica hemos encontrado con la letra h
Reglas relacionadas con los errores de h
Las Reglas Ortográficas de la H
Regla 1 de la H Se escribe con h todos los tiempos de los verbos que la llevan en sus infinitivos. Observa estas formas verbales: has, hay, habría, hubiera, han, he (el verbo haber), haces, hago, hace (del verbo hacer), hablar, hablemos (del verbo hablar).
Regla 2 de la H Se escriben con h las palabras que empiezan con la sílaba hum- seguida de vocal. Observa estas palabras: humanos, humano.
Se escriben con h las palabras que empiezan por hue-. Por ejemplo: huevo, hueco.
Regla 3 de la H Se escriben con h las palabra que empiezan por hidro- `agua', hiper- `superioridad', o `exceso', hipo `debajo de' o `escasez de'. Por ejemplo: hidrografía, hipertensión, hipotensión.
Regla 4 de la H Se escriben con h las palabras que empiezan por hecto- `ciento', hepta- `siete', hexa- `seis', hemi- `medio', homo- `igual', hemat- `sangre', que a veces adopta las formas hem-, hemo-, y hema-, helio-`sol'. Por ejemplo: hectómetro, heptasílaba, hexámetro, hemisferio, homónimo, hemorragia, helioscopio.
Regla 5 de la H Los derivados de palabras que llevan h también se escriben con dicha letra.
Por ejemplo: habilidad, habilitado e inhábil (derivados de hábil).
Excepciones: - óvulo, ovario, oval... (de huevo)
- oquedad (de hueco)
- orfandad, orfanato (de huérfano)
- osario, óseo, osificar, osamenta (de hueso)

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